Era un anciano que vivía en la calle, casi siempre alcoholizado.
Un anciano fue encontrado muerto ayer en la ciudad santiagueña de Quimilí, y las autoridades sospechan que falleció a causa de las bajas temperaturas que se registraron durante la madrugada en gran parte del territorio provincial.
Las temperaturas en Santiago del Estero, que estuvieron muy cerca de superar la barrera del bajo cero y -según el Servicio Meteorológico- fueron las más bajas de lo que va del año para la región.
Los médicos policiales comprobaron que el hombre murió en las primeras horas de la mañana y, de acuerdo con las pericias, el deceso sobrevino a causa del frío.Aparentemente el hombre permaneció toda la noche expuesto al helado rocío debajo de un árbol, en pleno centro quimilense y tan solo cubierto con una delgada frazada.
El anciano era conocido como "Romerito", oriundo de Chaco y solía deambular casi siempre alcoholizado por las calles de esa ciudad, ubicada a 210 kilómetros al Este de la capital provincial.
El cuerpo sin vida fue encontrado por otro vagabundo, de apellido Moreno, quien dio la noticia a la policía.
El cadáver fue encontrado al pie de un mistol, frente a la avenida San Martín, muy cerca de la Escuela número 198 "Provincia de San Luis". "Romerito" estaba en posición fetal sobre un sucio colchón de una plaza y apenas cubierto en la parte inferior de su cuerpo con delgada frazada que apenas le pudo dar un poco de calor.
Impresionante noticia ¿no? hacía tiempo que no se sabía de ningún vagabundo cadáver desde aquellas famosas quemas en cajeros automáticos.
Sin duda, me considero responsable; porque lo soy. Quizás la sociedad no mate a los vagabundos, pero, los sentencia. Y yo, como parte que me considero de esa sociedad, he de aceptar mi culpabilidad; ¿es una reflexión catastrofista? ¿hasta qué punto realista?.
Todo este sentimiento de culpabilidad viene dado por recientes acontecimientos que han marcado mi punto de vista en este sentido.
¿quién no se ha encontrado un pobre en una calle, con una pequeña cajetita sin monedas que superen los 10 céntimos?... ya sé la respuesta de la mayoría; no... no lo habéis visto; no habéis querido verlo, lo habéis observado como se observa a una farola manchada; pero no habéis pensado que no puede moverse, que no tiene otro sitio adónde ir, como buena farola, hay que apreciar la evidencia de la pobreza como "despistes" en el sistema.
Hay que verlos como lo que son, personas.
Del mismo modo, ¿quién no se ha encontrado a un vagabundo en la puerta de la iglesia, a la salida de una boda; y todos, ninguno lo vimos?. Incluyo aquí a cualquiera que le dé una moneda que le pesaba en el monedero.
Retomo las palabras de un profesor de filosofía:
Hay dos niños perdidos, y sólo tienen comida para uno en la mochila. Pueden darse varias situaciones:
- El niño más fuerte se coma toda la comida y deje al otro sin nada. Eso es egoísmo
- Ambos niños comparten la comida en partes iguales, este es un gesto solidario.
- El niño más fuerte se come casi toda la comida y deja el resto para el otro; esto, esto es la caridad.
Es por esta razón que la caridad no soluciona nada; al contrario, sitúa al fuerte en un nivel superior al débil.
También, hace poco viendo la televisión escuché unas palabras que creo que se deberían tener en cuenta a la hora de hablar de la ayuda a los necesitados;
Hablaba un cura, se dedicaba a cuidar niños de la calle (sí, en España sigue habiendo) y comentaba una situación que se dio en su diócesis. Una muchacha joven, que acababa de terminar un proyecto de ayuda a niños, le pidió al cura que "si podía trabajar con los niños"; y el cura comentó la respuesta de uno de esos niños: "váyase si viene a trabajar con nosotros, si quiere vivir aquí y ayudar de acuerdo, pero no necesito que nadie trabaje para mí".
Tras esta historia, recordé la idea de ayudar, y la contrariedad que existe respecto a la caridad; ya que al "trabajar con ellos", sitúa a esa muchacha en un nivel superior a ellos; como hubiera venido desde lo alto de alguna parte para ayudarlos. ¿No somos todos iguales? ¿entonces por qué nos empeñamos en verlos diferentes? ¿porque han tenido menos oportunidades?... no, sólo diferentes.
Para concluir con esta noticia, ¿qué mejor que con poesía? Porque todos nos hemos sentido pobres alguna vez; porque los pobres de espíritu son presos y porque que los pobres de las puertas de las iglesias, son libres dentro de una cárcel.
Árbol del desierto
Sigo siendo aquel triste árbol
que arañaba el cielo en busca de agua,
que arañaba el suelo en busca de algo
que no fuera polvo y guijarros.
Abrazado al desierto y sin remedio
como única razón de existencia,
acostado y sin ningún miedo
de que nadie venga a salvarme.
Sigo haciendo fuerzas para florecer,
sigo filtrando el aire con mi tronco
más que seco, muerto de sed
y sin esperanzas de retomar flores primaverales.
Estirado, deseando que la lluvia me toque
y arrastre el polvo de mi superficie,
que deje al sol despertar algún tallo joven
y me crea cuando le diga que viví en un oasis.
SpNt2005 - 18/4/07
No hay comentarios:
Publicar un comentario