Ongs, transparencia y medios de comunicación (IV)

Ongs, transparencia y medios de comunicación (IV)

Francisco Fernández Jiménez.
21/4/08. Madrid

¿Por qué debería interesar a cada ciudadano la acción de las ONGs?

En primer lugar, el hecho de haber realizado un donativo a una determinada organización ya lleva casi intrínseca la curiosidad, si no escepticismo, por conocer qué se está haciendo con el dinero invertido, pero también existe un interés por parte de otros sectores que actúan de una forma u otra en la organización, como por ejemplo el de los beneficiarios de esa campaña por saber si se administran de forma eficiente esos recursos.
Este grupo de personas que colaboran, financian, se benefician,... que en cualquier caso, integran de una forma u otra la organización, conforman lo que se conoce como “involucrados”, es decir, aquellas personas, entidades y colectivos vinculados con la organización ya sea con su funcionamiento o con el impacto de su actividad. Pueden ser de tipo interno (equipo remunerado y/o voluntariado, órganos de gobierno, personas asociadas, etc.) o externo (financiadores privados y públicos, medios de comunicación, expertos en el ámbito de actividad, etc.).
Todos los involucrados tienen derecho y, por qué no, el deber de informarse sobre las acciones llevadas a cabo por las ONGs. Este paso significaría el saneamiento del sector en detrimento de las organizaciones que no respeten su naturaleza social y fortalecería la confianza por parte de la sociedad hacia un sector cada vez más comprometido y, a menudo, víctima de la generalización tras el descubrimiento de escándalos relacionados con ONGs en concreto.
Y en segundo lugar, y menos tenido en cuenta, el conjunto de propietarios de una organización incluye a todos los ciudadanos que paguen algún tipo de impuesto, ya que, incluso aquellas que no están financiadas por la Administración Pública, se benefician de un 25% de desgravación a Hacienda Pública1.

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1Alberto Soteres. Director General de la Fundación “Save the children”. Más información en Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de incentivos fiscales al mecenazgo. (BOE, núm. 307, de 24 de diciembre de 2002)..